Por defecto desde niño me gusta la música electrónica. Y a la hora de trabajar produce un efecto en mí, sobre todo en el caso de sesiones de DJ, que me obliga a fluir a través de la música a la par que por el trabajo. Si los sonidos y la mezcla son tan fabulosos como los de esta sesión de Adriatique, en medio de una estación de esquí, todo va como la seda. Si te tira para atrás, aún así dale una oportunidad: